
30 de octubre a 8 de noviembre de 2018
FEZ
Tenemos las vacaciones de invierno y nos queda poco dinero, así que hay que buscar un sitio cálido y barato.
Marruecos es la mejor opción.
Buscamos vuelos en Skyscanner y encontramos un buen precio saliendo el 30 de octubre y volviendo el 8 de noviembre. 26,98 € con Ryanair.
Pensábamos ir una semana, pero los días anteriores y posteriores son mucho más caros, por lo que nos sale mejor pasar un par de días más allí.
Ryanair, como siempre, comienza luciéndose. Si compras un billete sale a ese precio, pero si compras 2 suben el precio considerablemente. Unos 20 € más por billete.
Probamos desde diferentes ordenadores y teléfonos y, aunque curiosamente varían en unos euros, sigue ocurriendo lo mismo. Finalmente hacemos dos compras independientes para conseguir el mismo precio.
El primero si, lo compramos por los 27 €, pero al seleccionar de nuevo el vuelo, nos lo suben de precio. Esta basura de compañía es increíble. El segundo pasaje nos sale por 36,56 € y eso sin llevar más equipaje que la mochila de a bordo.
Pero las sorpresas no han hecho más que empezar. Un día, por inspiración divina, nos da por mirar los vuelos. A partir del 1 de noviembre cambian la política de equipajes y eso significa que, a bordo, solo puedes llevar el bolso de mano de 20 cm. La ida la libramos, pero ¿la vuelta?
Pues para poder llevar una maleta te soplan 40 €. Más que el billete. Salvo si contratamos el embarque prioritario con el que te permiten subir… ¡¡10 kg!!
Nos embarullamos con las imprecisas especificaciones de la web. Tienes que comprarles un trolley de esas medidas (nuevas) a ellos. Si el bolso de mano no cabe en el nuevo medidor cuesta otros 25 €.
Nos estamos volviendo locos y abrimos un chat de esos de ayuda, porque el teléfono que tienen es un 902.
Al otro lado del chat nos sale una individua con muy pocas luces. Le insistimos en que nosotros no viajamos con maleta sino con mochila. Y erre que erre con que la mochila solo tiene 20×30 cm o algo similar.
Exasperada, le explico que una mochila de viaje es una maleta de tela que lleva las asas atrás y no arriba. Que no, no se apea del burro. Jose busca una traducción al inglés (la chica supuestamente habla español) y le traduce “mochila de viaje”.
Se hace un silencio y al rato nos contesta que la podemos llevar.
Suspiramos levemente, porque ahora nos queda el follón de la vuelta.
Me veo yendo con lo puesto, porque no voy a pagar 40 pavos por la mochila.
No nos queda otra que comprar el “embarque prioritario” por otros 8 € por barba para el regreso. Lo del peso ya lo hemos solucionado otras veces llevando puesto todo lo que supera lo permitido. Además, abrimos la mochila delante del mostrador y sin ningún pudor nos vamos poniendo cosas. Jerseys, pijama o lo que haga falta, y las mangas de la cazadora llenas de todo lo que pesa.
Aún así, 10 kilos resultan demasiado escasos. Suprimimos lo más posible y metemos las cámaras y las baterías en el bolso de mano pequeño.
Con las guías y demás alcanzamos unos 7 kilos por mochila, pero sabemos que vamos a comprar especias y alguna otra bobada. Vamos justitos.
Al cabo de unos días, echamos un ojo al vuelo y… ¡¡El de vuelta se ha cancelado!! Así, sin previo aviso ni nada. Llamamos a Ryanair que nos dice que quizá solo sea un cambio de horario. Y que nos devolverían el dinero. Pero que aún no puede tramitarse nada.
Con el alma en vilo y las vacaciones pedidas, esperamos unos días y volvemos a mirar. El vuelo sigue en su sitio. Con la misma hora.
Para rematar, escuchamos en la radio que han ganado un litigio en el cual, si se suspende por motivos de huelga, no indemnizan. Empiezan revueltas estas vacaciones.
Vamos comprobando el vuelo y de momento sigue sin cambios. Bueno si, han retrasado media hora el de ida. Esto es un sinvivir.
Por fin llega el momento de facturar. 48 horas antes. Y ojo, porque si decides hacerlo en el aeropuerto tienes tiempo hasta 2 horas antes y si te pasas 5 minutos (que ya nos ocurrió en Alemania), te toca soltar 55 € por persona si quieres montarte en el avión. Qué asco tengo a esta compañía. A final, si quieres viajar “normal” te sale a un precio parecido a las caras.
La facturación de vuelta tenemos que hacerla desde allí salvo, de nuevo, si pagas más.
Como hemos hecho dos compras diferentes de los vuelos, tenemos dos reservas en dos email. Nos ponemos a facturar la primera y cuando nos damos cuenta (una vez facturado), nos aparece el nombre equivocado. Hemos puesto el pasaporte del otro. Empezamos a desesperarnos porque es domingo por la tarde y ya no funciona el chat ni el teléfono. Las FAQ no dicen nada al respecto y los comentarios de viajeros en internet son muy dispares. No nos permite ninguna modificación de datos porque ya está facturado. Ahora vamos los 2 con el mismo pasaporte, genial.
Nos descargamos la app donde, con el billete electrónico no menciona el número de pasaporte ni nada. El de papel tampoco, según vimos más tarde.
En teoría podríamos pasar así, ya que no pueden comprobar que pasaporte has registrado, pero salimos de la Comunidad Europea, y me da miedo que en el control policial vean que yo no estoy registrada para viajar a ninguna parte.
No tenemos más remedio que esperar al lunes.
Mientras, hemos visto en Booking un hotel en Fez muy barato, para la primera noche. Tiene muy buena pinta y solo cobran 9 € la habitación. Nos parece un poco extraño, pero probamos a hacer la reserva.
No nos la cobran, más raro aún, y en teoría nos la guardan hasta las 22,00 h. Parece que hay un impuesto por dormir en Marruecos y eso supone 2 € más por cabeza. Aún así nos parece baratísimo y lo reservamos.
El tren, teóricamente, también se puede reservar por internet, pero no. Nos rechaza todas las tarjetas y también dice que se han acabado las plazas en segunda. Ni en segunda ni en primera. O el tren no existe o algo pasa. Intentaremos comprarlo directamente allí, porque nos apetece mucho montar en un tren marroquí.
El lunes por la mañana nos ponemos en contacto con Ryanair por chat y les explicamos el error. Esta vez hay suerte y me cambian el número del pasaporte sin problemas y, misteriosamente, sin pagar nada. Veía que me quedaba en tierra.
Si no nos dan más sustos, la cosa anda así: A la ida podemos llevar la mochila de 10 kilos (estrujada porque estirada se pasa de las medidas -55x40x20-, y si no cabe en el medidor son otros 50 lereles) y un bolso de mano de 35x20x20 donde van a ir los líquidos y todo lo que pesa. La cámara grande me la colgaré al cuello. Y a la vuelta igual, pero pagando el embarque prioritario.
Otra gracieta que hace ahora esta aerolínea es revolver a los pasajeros. Aunque seas el primero en facturar, si o si separan a los viajeros con el fin de que pagues el asiento por otro 3 € si lo haces desde el principio o 5 € si te lo piensas después.
Lo que consiguen con eso es un follón tremendo en el avión donde todo el mundo está cambiándose el asiento como si fueran cromos. Un auténtico desastre.
Solo nos queda rezar para que no se pongan en huelga, que llega el puente y es una fecha muy atractiva para presionar a la compañía.
Salimos mañana y estamos cruzando los dedos para que no haya más contratiempos, que me veo yendo a Almería en coche y cruzando con el ferry.
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me encanta esta ciudad